Croquetas de jamón ibérico, sabor y salud

Las croquetas son una delicia. Las puedes hacer de huevo, de bacalao, de chipirones y, cómo no, de jamón ibérico. Este plato sencillo que siempre triunfa es además una fuente de energía y de beneficios para la salud. Descubre qué te aportan las croquetas de jamón ibérico y cómo hacerlas. 

Una fuente de salud para tu organismo

El jamón ibérico es un alimento muy completo. Aporta al organismo vitaminas como la vitamina B, B1, B2, B12, E. Minerales como calcio, zinc y hierro. También destaca por su cantidad de ácido oleico que produce un efecto beneficioso sobre el colesterol en sangre y resulta muy positivo para la salud cardiovascular. 

 Cómo hacer croquetas de jamón ibérico

El elemento estrella es el jamón ibérico que puedes comprar en nuestra tienda física o en la online. El resto de ingredientes son:

  • 150 g de jamón ibérico
  • 1 Cebolla
  • 1 huevo cocido
  • 150 g de Mantequilla
  • 1 pizca de Aceite de oliva virgen extra
  • 100 g de Harina
  • 500 ml de Leche
  • 500 ml de caldo de jamón o de carne
  • Sal

Hay que empezar por preparar una bechamel al estilo tradicional pero la enriqueceremos con caldo de jamón o de carne. Pica la cebolla tan fina como puedas. Corta las lonchas de jamón en trocitos muy pequeños, mejor con unas tijeras.

En una sartén pon al fuego una parte de mantequilla y un poco de aceite de oliva virgen y pocha la cebolla a fuego suave hasta que esté transparente y esté bien blandita. Ahora añade la harina para tostarla. Hazlo con el fuego suave y sin dejar de remover para que no se queme.

Es el momento de añadir la leche y el caldo poco a poco y sin dejar de remover. Para que no se hagan grumos templa la leche y el caldo. 

Deja cocinar la bechamel sin dejar de remover hasta que salgan burbujas gordas.  Casi al final, incorpora el jamón picado, el huevo cocido muy picado, un poco de nuez moscada y una pizca de sal.

La bechamel estará lista cuando la masa se despegue de los laterales de la sartén y si levantas la cuchara la masa caerá lentamente a la sartén. Pasa la bechamel a otro recipiente para que se enfríe, primero a temperatura ambiente y después pásala a la nevera donde debe reposar, por lo menos 4 horas. 

Ahora solo queda darle forma y freírlas.