Algunos de los motivos por los que se declina la compra de un jamón son la falta de espacio y el miedo a que se estropee por no comerlo a tiempo. Puedes solucionar este problema si te decides a comprar un jamón ibérico por piezas. Descubre todas las opciones y todas las ventajas.
Un jamón ibérico por piezas para comer cuando tú quieras
Una de las opciones para saborear un delicioso plato de jamón ibérico en su punto perfecto de curación es disponer de él en trozos en vez de en una pieza entera.
Una pata de jamón ibérico puede pesar entre 7 y 9 kilos. Son muchos kilos si el grupo de comensales habituales es reducido. Se corre el peligro de que el jamón se cure demasiado y resulte seco y duro al comer. Hay que tener en cuenta que se calcula que el tiempo medio del consumo familiar es de un mes y medio o dos meses.
Con esta información puede que no salga a cuenta comprar de esta manera el jamón. Pero esto no significa que haya que renunciar a este maravilloso producto. La solución es comprar el jamón entero y pedir que lo partan y envasen al vacío.
Así de sencillo, tendrás piezas de distinto tamaño que puedes guardar cómodamente en la nevera hasta que quieras abrir un nuevo trozo. Y lo mismo con los huesos, no desperdicias nada. Dispondrás de ellos troceados y envasados para hacer un rico y sustancioso caldo cuando lo necesites.
Comprar un solo trozo
Si un jamón ibérico por piezas te sigue pareciendo mucho, la otra opción es comprar solo un trozo. En tu tienda de confianza vas a encontrar muchas opciones. Piezas de distinto peso y de dentista zona para que puedas elegir la que mejor se adapte a tus necesidades y también a tu bolsillo.
Además, de esta manera puedes ir haciendo catas de jamones ibérico de distinta categoría para descubrir cuál es el que te gusta más.