El jamón ibérico siempre apetece y cómo no también cuando se está embarazada. Pero… ¿Es el jamón ibérico y el embarazo una buena combinación? Hasta hace unos años era uno de los alimentos prohibidos para las gestantes. Sin embargo ahora se permite comer jamón, aunque es necesario tener en cuenta algunas consideraciones.
Como la leche cruda, los huevos sin cocinar, el sushi o los patés, el jamón está, a priori, prohibido para las embarazadas. El principal motivo es la toxoplasmosis, una infección causada por el parásito Toxoplasma Gondii. En el caso de las gestantes puede provocar problemas en la vista, alteraciones en el neurodesarrollo o hidrocefalia en el feto. También puede ocasionar la toxoplasmosis congénita y, lo que es más grave: riesgo de aborto para el feto.
Cómo tomar jamón ibérico en el embarazo
Ante la posibilidad de adquirir la toxoplasmosis y sufrir alguna de estas consecuencias es normal que se prohibiera el consumo de jamón ibérico durante en embaraza. Sin embargo, diferentes estudios como el realizado por Centro Tecnológico Agroalimentario han concluido que el jamón es un alimento seguro siempre y cuando tenga más de 18 meses de curación.
Pero atención a la puntualización, “más de 18 meses”. Eso quiere decir que todos los jamones que sean ibéricos se pueden tomar durante el embarazo porque los ibéricos tienen al menos 24 meses de curación.
Jamón congelado
Otra opción para consumir esta delicatessen es congelarla. Respecto a esto la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SECO) reconoce que la congelación parece efectiva para eliminar los quistes, pero solo en el caso de que el jamón se congele a temperaturas inferiores a -20ºC durante más de 48 horas. Y recuerdan que los congeladores de casa no superan los -18ºC.
Así que, ya sabes puedes disfrutar de un delicioso y reconstituyente plato de jamón ibérico con todas sus propiedades, solo tienes que fijarte en que sea realmente ibérico u optar por la congelación previa.