En Jamón Ibérico Matas atesoramos más de 100 años de experiencia en el mundo del jamón ibérico. A lo largo de este tiempo, nuestros clientes nos acercan sus dudas sobre todo tipo de cuestiones. Entre ellas, sobre la conservación del jamón, haciendo preguntas como si es correcto o no congelar el jamón. Hoy hablamos sobre esta interesante cuestión.
¿Se debe congelar el jamón?
Antes de entrar de lleno en si debe o no congelarse el jamón, debemos plantearnos los motivos que llevan a alguien a pensar en ello.
Normalmente, quienes se plantean congelarlo es porque han comprado una pieza grande y no están consumiéndola a buen ritmo. Esto puede provocar que entre corte y corte el jamón se seque y pierda propiedades gustativas.
Entonces, cabe pensar que quizá el jamón no se está conservando adecuadamente en casa, o que ese formato no es el más adecuado para el cliente.
Quizá es interesante que en próximas ocasiones, este cliente se decante por jamón loncheado y envasado al vacío, garantizándose una mejor conservación.
Aclarado este punto, entremos de lleno en si se debe o no congelar el jamón.
Poderse, se puede congelar, pero puede acarrear diferentes consecuencias. Por un lado, es importante valorar que los congeladores caseros no son comparables a los industriales. En casa es complicado conseguir la temperatura y condiciones adecuadas para no romper la cadena de frío.
Esto puede provocar que se formen cristales de hielo y se vean afectados tanto la textura, como el aroma, color y sabor del jamón. Lo mismo sucede con el proceso de descongelación, que tampoco reúne las condiciones óptimas.
Congelando jamón en casa
Si valorando todo esto, no queda otro remedio que acudir al congelador, hay ciertos trucos que pueden ayudar.
Por un lado, en lugar de congelar la pieza completa, es mejor lonchearla y envasarla al vacío. Para los trozos que se vayan a utilizar como tacos, pueden congelarse con un taco más grande o directamente troceados. Esta última opción resulta luego más cómoda para su uso.
Por otro lado, si se prevé que el jamón va a tener que ser congelado, lo ideal es hacerlo cuando todavía no se ha secado. Es decir, cuando todavía esté en un estado óptimo para su consumo. Hay que tener en cuenta que si se congela cuando ya no está tan bien, tras descongelarlo mermará aún más sus cualidades.
Nuestra recomendación desde Jamón Ibérico Matas es evitar congelarlo para degustarlo en su máximo esplendor. Por ello, es necesario plantearse la frecuencia de consumo del jamón antes de comprarlo. Esto permitirá adquirirlo y conservarlo de la manera más óptima en cada caso.