El jamón ibérico es un producto típico de la gastronomía española que ha ganado fama en todo el mundo gracias a su sabor y aroma únicos. Sin embargo, no todos son iguales y es importante conocer las diferentes calidades del jamón ibérico antes de adquirir uno.
La raza y la alimentación, clave en las calidades del jamón ibérico
Existen tres tipos principales de jamón ibérico: jamón ibérico de bellota, jamón ibérico de cebo y jamón ibérico de cebo campo. La diferencia fundamental entre ellos está en la alimentación y la vida de los cerdos ibéricos que producen la carne.
El jamón ibérico de bellota está considerado como uno de los mejores tipos. Es el más prestigioso de todos. Los cerdos ibéricos que producen este jamón son alimentados exclusivamente con bellota. Viven en libertad en los montes de la dehesa, un ecosistema típico de la península ibérica. Debido a esta dieta rica en grasas y nutrientes y a su vida activa, la carne de estos cerdos es más marmoleada y suave que la de los otros tipos de cerdo ibérico.
Otra de las variedades es el jamón ibérico de cebo. Un producto que proviene de cerdos ibéricos que han sido alimentados con una mezcla de piensos y viven exclusivamente en granjas. La carne de estos cerdos es más magra y de sabor más moderado que la de los cerdos de bellota. Este tipo de jamón es una buena opción para aquellos que quieren probar el sabor del jamón ibérico pero sin gastar tanto dinero.
Por último, el jamón ibérico de cebo campo es producido por cerdos ibéricos que han sido alimentados con piensos y pastos como bellotas que comen durante los últimos meses de crianza en las dehesas.
En conclusión, si quieres comprar un jamón ibérico, las calidades del jamón ibérico son todas excelentes. Pero dependiendo de tus gustos personales y de lo que te quieras gastar tienes diferentes opciones en cuanto a sabor, aroma e intensidad.