Parece que cortar jamón lo puede hacer cualquiera, y puede que sea así. Sin embargo, el resultado es bastante diferente: un placer en boca y una explosión de sabor o un bocado difícil de morder que acaba haciéndose una bola e incluso con el que nos podemos atragantar. Para evitar esto último te contamos cómo cortar jamón iberico de bellota.
Lo que vas a necesitar
Antes de empezar a cortar el jamón ibérico de bellota es importante reunir todos los utensilios necesarios. Lo primero es un jamonero. Hay diferentes modelos que se adaptan al espacio disponible y también por si el jamón está deshuesado. Los más habituales son el jamonero horizontal, que permite un ángulo de corte totalmente plano, pero ocupa mucho espacio, y el jamonero vertical que invade menos la cocina pero con el que se tiene un ángulo especial de corte.
Después están los cuchillos. Seguro que cuentas con un cuchillo jamonero y, por supuesto, que es esencial, pero si quieres hacerlo bien, vas a necesitar más.
- Un cuchillos descortezador
- Un cuchillo deshuesador
- Una chaira para tener todos tus cuchillos bien afilados. Recuerda que un cuchillo más afilado es muy peligroso.
Empezar a cortar un jamón ibérico de bellota
Ahora que ya tienes todo lo que necesitas, empieza por colocar el jamón en el jamonero. Es esencial que lo fijes bien y que no baile cuando empieces a cortar, puedes hacerte mucho daño.
Para colocarlo tienes dos opciones:
- Pezuña boca arriba, es decir la parte ancha, la llamada maza. Esto es recomendable cuando se va a consumir en pocos días.
- Pezuña boca abajo. Es la parte de la babilla, la parte estrecha. Es aconsejable empezar por este lado cuando el consumo va a durar más.
Y ahora sí que ha llegado el momento de empezar a cortar tu jamón ibérico de bellota. Comienza por retirar la corteza con el cuchillo descortezador y tirala, no la uses para cubrir el jamón. Retira también la grasa amarilla estará rancia y arruina el sabor del jamón.
Haz un corte más profundo en la zona superior de la pata (el jarrete) que te sirva de tope. Cuando llegues a la carne, cambia de cuchillo, coge el cuchillo jamonero y empieza a laminar por la parte más cercana a la pezuña y ve avanzando en línea recta hasta la punta.
Haz cortes ni muy gruesos ni muy finos. Al cortar a cuchillo vas a favorecer que se produzcan microroturas en las fibras del jamón que ayudan a que se liberen los compuestos aromáticos de la grasa y el magro. El resultado un bocado lleno de jugosidad y con un bouquet más intenso.