Consejos sobre cómo cortar jamón ibérico de bellota

Un jamón ibérico de bellota es un producto estrella que por su categoría hay que tratar con mimo para sacar los mejores sabores. Para que la experiencia de paladear unas lonchas sea completa te recordamos unos sencillos consejos sobre cómo cortar un jamón ibérico de bellota. 

Más que un jamón 

El ibérico de bellota es, dentro de los jamones, el más preciado. Esto es así porque en su alimentación el animal ha consumido una gran cantidad de bellotas. Y este fruto contiene un 60% de ácido oléico que hace que su carne y su grasa sea un producto saludable que ayuda a elevar la tasa de colesterol bueno y que contribuya a una buena salud cardiovascular, entre otros aspectos. 

Por otro lado, la combinación de un cerdo de raza ibérica (autóctono y exclusivo de nuestra península) con una alimentación a base de pastos y bellotas hace que su sabor sea una auténtica delicia.  

Cómo cortar un jamón ibérico de bellota, utensilios y cortes

Pues bien, para disfrutar de todos estos matices es realmente importante tratar bien al producto y saber cómo cortar un jamón ibérico de bellota. 

El primer paso es reunir los utensilios que vamos a necesitar y que nos van ayudar y a facilitar el trabajo. Estos son:

  • Jamonero. Hay diferentes tipos, los más comunes son el jamonero horizontal y el vertical y también los hay en el que la pata se cuelga. Importante sujetar bien el jamón para que no se mueva al cortar y no hacernos un corte no deseado. 
  • Cuchillos. No vale con un cuchillo para todo. Es aconsejable tener un cuchillo descortezador, un cuchillo jamonero y otro deshuesador. Y también una chaira para tenerlos bien afilados. 

Una vez que tenemos todo listo es el momento de empezar a cortar nuestro jamón ibérico de bellota. Estos son pasos a seguir:

  • Primer corte profundo en la zona de la caña y después por la zona del jarrete hacer un corte en forma de cuña para empezar a retirar la grasa. 
  • Quita solo la de la zona que vas a cortar y recuerda que la grasa amarilla hay que retirarla porque está rancia. Si cortas una zona demasiado amplia, la carne se reseca en exceso. 
  • Ahora empieza a lonchear. Aprovecha la dirección que marca el propio jamón, de pezuña a punta.
  • Haz lonchas ni muy gruesas ni muy finas. Cuando tienen un grosor adecuado el aceite del propio jamón se deshace en cascada sacando el mejor sabor.
  • Al llegar a la zona del hueso de la cadera, rodéalo y saca el máximo de carne con el cuchillo deshuesador. 

Ahora ya solo queda comer. ¡Buen provecho!